Maika Gómez 2© Manuel Montaño

Maika Gómez

Txalaparta

BIOGRAFÍA

Con ocho años comienza su formación en folclore vasco en la escuela de danza de Vitoria-Gasteiz. En 1990 da un salto a la txalaparta en la recién creada Academia Municipal de Folclore Musiketxea. De la mano de sus maestras Alicia Unzetabarrenetxea y María Morera, se relaciona con el entorno intelectual y artístico y conoce otras músicas y tendencias contemporáneas y vanguardistas. Al mismo tiempo, comienza sus estudios en el Conservatorio de Música Jesús Guridi de Vitoria-Gasteiz, eligiendo la guitarra clásica como instrumento.

Desde el primer contacto con el instrumento, destacó por su musicalidad, su energía y su capacidad de cautivar al público desde el escenario. Con trece años comienza a realizar conciertos evidenciando una manera única y novedosa de dar una nueva dimensión sonora y musical a la txalaparta, instrumento históricamente ligado a lo masculino y ceñido al entorno y claves tradicionales.

Su carrera como txalapartari siempre ha estado vinculada al dúo Ttukunak, que forma junto a su hermana gemela Sara, que actualmente reside fuera de España. «Hicieron brotar ritmos y melodías como a nadie hemos visto en este instrumento que parece diseñado para almas gemelas, como es el caso.» (Javier de Cambra, La Razón).

La potencia que se crea desde su aparente fragilidad y su capacidad armónica y rítmica han despertado el interés de grandes músicos, lo que las ha llevado a colaborar en distintos proyectos con John Zorn, Trilok Gurtu, Mariza, Ojos de Brujo, Radio Tarifa, Arto Tunçboyacıyan, Tomás San Miguel, Cachaíto y Roberto Fonseca.

Desde una edad muy temprana, Maika se fascina por el flamenco, el jazz y otras músicas, y bebe de los programas televisivos y radiofónicos de la mano de José María Velázquez-Gaztelu o Juan Claudio Cifuentes, Cifu, entre otros. Ese interés y su tenacidad la llevan a crear el grupo Palo Flamenco en 2004, una propuesta que asombra en la Bienal de Flamenco de Sevilla o el Festival de Jerez y con la que recorre festivales de todo el mundo. Palo Flamenco supone la expresión más racial de la afición de Maika al flamenco con el protagonismo absoluto de la txalaparta. Soleá, seguiriya, caña, tangos, alegrías, bulería o farruca tocados por derecho, fundiendo dos identidades libérrimas y de tanta raigambre con integridad y honestidad.

En 1996 se traslada a Madrid para estudiar Comunicación audiovisual en la Universidad Complutense y seguir con su carrera musical en el Conservatorio Profesional de Música Teresa Berganza. Tres años después, comienza a desarrollar su labor de generación artística y producción de espectáculos en el ámbito de la world music. Su conocimiento transversal la lleva a trabajar en diversas áreas de la industria musical: management y desarrollo estratégico, marketing digital, gestión de redes sociales, producción musical y audiovisual, promoción, producción ejecutiva y producción de eventos, festivales y conciertos de ámbito internacional. En paralelo, se especializa con tres ciclos de formación de posgrado en nuevas estrategias, herramientas, canales de comunicación y nuevas tecnologías, y executive MBA. Ha colaborado en distintos medios de comunicación nacionales (RTVE, El País, entre otros) e internacionales.

«…es, por momentos, un dueto y un duelo, pero lo que hacen sus palos es puro ballet. Hay algo japonés en su delicada precisión, pero también un atrevimiento bucólico: nadie había visto nunca nada parecido y todo el mundo respondió extasiado.» (The Independent).

La trayectoria de Maika es mestiza y rotunda. Su toque es capaz de absorber distintos sonidos que en el escenario se transforman en un lenguaje abstracto, emocional y misterioso. Se expresa con una rotundidad musical que hipnotiza. Además, desarrolla con gran experiencia la producción y creación cultural y artística. Su visión del espectáculo va más allá de la pura creación musical: incorpora lenguajes diversos y complementarios, desde la performance hasta el audiovisual, y conceptos de tradición y actualidad que pasan por el jazz, el flamenco, los distintos folclores y sus evoluciones, entre otros.

El elemento diferenciador que aporta radica en la relación entre el instrumento ancestral y la vanguardia a nivel formal y conceptual: la búsqueda de la melodía como elemento constructivo de un ritual que recuerda las composiciones de Pollock. El sonido surge de la improvisación desde la expresión más íntima, generando una comunión con el público y una relación anímica con cada uno de los partícipes.

Entre sus composiciones, además de las grabaciones discográficas, destacan la banda sonora original creada para el documental Jorge Oteiza de Documentos RNE, o la obra Irriak/Pulsiones, creada para la Fundación Vital, un trabajo que refleja la acción poética de la escultura vasca y narra el espacio a través de una interacción armónica.

Maika Gómez ha realizado más de cuatrocientos conciertos por todo el mundo, incluyendo escenarios como el Royal Festival Hall de Londres, Nueva York, Brasil, China, India, Países Bajos o los festivales europeos más relevantes. Ha colaborado con artistas reconocidos internacionalmente y ha creado numerosos proyectos singulares y didácticos.

En esta ocasión, su alter ego es su hermano Agustín, formado también en la prestigiosa Academia Municipal de Folklore Musiketxea de Vitoria desde el año 1991. Tras años de formación y participación en eventos de diversa índole, desde 1996 imparte clases de txalaparta junto a su hermana Sara. Ha realizado colaboraciones tanto con el grupo Ttukunak como con otros artistas relacionados con la txalaparta.

Maika y Agustín Gómez llevan la txalaparta a una dimensión y lenguaje únicos a través de la simbiosis de los tres elementos que componen el instrumento: la madera, el hierro y la piedra. Su percusión es un ejercicio de improvisación rotunda que se apropia del espacio, creando un nuevo lugar sonoro que dibuja un círculo íntimo en torno a la propia experiencia vital y que apela directamente a la emoción de quien los escucha.

 

Foto: © Manuel Montaño