'Hasta el día de hoy sigo buscando una obra de fascinación igualmente peligrosa, de un infinito igualmente estremecedor y dulce, como el Tristán, y busco en todas las artes, en vano...' Friedrich Nietzsche
Tristán e Isolda es un inmenso poema dramático-musical; una canción infinita de amor y muerte inspirada en la leyenda medieval de origen celta del siglo XII, recopilada por Jofré de Estrasburgo, que se convirtió en una de las referencias culturales de la Edad Media y, en manos de Wagner, una revolución cultural.
La primera escena nos sitúa en el barco en el que Tristán lleva a Isolda hacia Cornualles para encontrarse con su prometido, el rey Marke. El filtro de muerte que la princesa ordena traer para consumar su venganza contra Tristán por haber causado la muerte de su prometido Marold, es cambiado inesperadamente por la sirvienta Brangania por un filtro de amor, lo que desata la pasión latente de los protagonistas. En el segundo acto, presentan una de las escenas de éxtasis amoroso más extraordinarias de la historia de la ópera. La fatalidad lleva a los amantes a transparentar su amor imposible. Tras la muerte de Tristán, a Isolda solo le queda su Transfiguración (Verklärung): una muerte de amor (Liebestod) que ocurre tanto musical como existencialmente, dando lugar a uno de los momentos más sublimes.
Escrita entre 1857 y 1859 y estrenada en Múnich en 1865, la ópera tiene como punto de partida los trágicos amores de Tristán e Isolda. Con libreto del propio Wagner, se convirtió en la expresión más poderosa de la pasión amorosa que se afirma, incontenible, a pesar de la voluntad de uno mismo, de las normas morales y de las leyes divinas, y que, tal como describe Denis de Rougemont en El amor y Occidente, solo en la muerte encuentra su cumplimiento.
Articulada a partir de una rica constelación de referencias que incluyen desde el budismo hasta el teatro de Calderón de la Barca y la filosofía de Schopenhauer, Wagner pone en tensión una serie de binomios opuestos: eros/thánatos, deber/instinto o consciencia/subconsciencia, y propone un marco dramático innovador que anticipa la psicología moderna.
Wagner plantea ideas completamente nuevas que representarán un punto de no retorno en la evolución de la música: cromatismo rico, paleta de colores orquestales, suspensión armónica audaz, clímax irresistibles, superposición de diferentes ritmos… Tras su éxito con Il trittico de Puccini, la directora finlandesa Susanna Mälkki liderará las formaciones musicales del Gran Teatre del Liceu para desentrañar los misterios de esta partitura: una de las cinco óperas más influyentes de todos los tiempos.
En la nueva producción de Bárbara Lluch, Tristán e Isolda, con un deseo inaccesible, son dos personas que intentan abandonar los roles vitales que les han sido asignados, que quieren huir de la mentira diaria. Son dos personas que sufren y encuentran en el amor la reparación y la restauración de sus vidas. Se levantan y desafían el statu quo, pero al perder la relación con la realidad terminarán fracasando.
La soprano Lise Davidsen debutará en el papel de Isolda en el Liceu. Sin duda, es uno de los roles que el mundo operístico ha estado soñando y que marcará un antes y un después en el panorama mundial. A su lado, el heldentenor Clay Hilley encarnará el personaje de Tristán, uno de los papeles más duros pero fascinantes del repertorio. La promesa de estas funciones inolvidables subraya al Liceu como el templo wagneriano por excelencia. Con la colaboración de la Fundación BBVA.
Drama musical en tres actos
Libreto de Richard Wagner basado en Tristán e Isolda de Gottfried von Strassburg
Estreno absoluto: 10/06/1865 en el Königliches Hoftheater und Nationaltheater de Múnich
Estreno en Barcelona: 08/11/1899 en el Gran Teatre del Liceu (en italiano)
Imagen: © Paco Amate