La Fundación BBVA presenta por primera vez en España cuatro obras del compositor Georges Aperghis

Georges Aperghis (Atenas, 1945) fue distinguido el pasado mes de febrero con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Música Contemporánea (VIII edición) por abrir “un camino singular en el ámbito del teatro musical que comprende nuevos dispositivos escénicos, en los que todo se convierte en música, partiendo de los gestos del intérprete, e incluyendo los ruidos sacados de elementos del decorado o de diferentes objetos utilizados a modo de percusión”, según señalaba el acta del jurado.

El programa del concierto es un compendio de esta dilución de las fronteras entre música y teatro y donde el gesto, la onomatopeya, el fonema o el ruido se convierten en elementos musicales. Así ocurre en Retrouvailles, una obra que, en palabras del propio Aperghis,  “se centra en el encuentro de dos hombres que el público inmediatamente percibe que se conocen. Estos hacen gestos de la vida cotidiana, como darse palmadas en la espalda, darse la mano, compartir una copa evocando recuerdos comunes, etc.; emiten sílabas y fonemas que ellos comprenden, pero no el público. Esta corta acción artística es una construcción de situaciones reales, que se alejan de la realidad gracias al tratamiento de la voz y del gesto”. El examen de la partitura revela cómo cada acción o movimiento, cada sílaba o fonema, cada gesto, está escrito con extrema precisión rítmica, temporal y de articulación en cada una de las siete secuencias que constituyen la obra.

En ‘Son avec action obligée’, una puesta en escena para solista, cobran protagonismo la palabra, las acciones mudas y acciones de respiración que el intérprete tiene que realizar en un tiempo marcado en segundos de forma precisa en la partitura. Aperghis describe minuciosamente también cómo debe estar preparado el escenario: “Detrás de un banco de trabajo (mesa preparada), un hombre se mueve para realizar un ruido preciso, va vestido con una especie de sotana, botines y el pelo recogido hacia atrás. El dispositivo donde realiza la acción debe estar iluminado, de forma que su cabeza, inclinada hacia delante, y sus manos, estén iluminadas y el resto en la oscuridad total. El actor debe hablar en un megáfono integrado en la máquina verticalmente hacia abajo”.

Tanto esta obra como ‘Les Guetteurs de sons’ permiten apreciar el interés de Aperghis en mostrar y modificar el contenido expresivo de cada fonema, tocando así los orígenes del lenguaje en conexión con las emociones y su gestualidad. La fusión entre el gesto físico de los intérpretes –en ocasiones en silencio, en otras no– y el gesto instrumental de tom-toms y bombos –en ocasiones con sonido, en otras no–, transcurre en un contrapunto de estratos vocales, gestuales y percutivos que se entrelazan y fluyen entre “el silencio, la voluntad de producir un sonido y la transmisión a los brazos, a las manos y a los dedos”, subraya el compositor.

En ‘Complainte’, para serrucho melódico y voz, la luz vuelve a ser -como en las obras anteriores- parte de la acción, al poner en relieve la boca y las manos del intérprete. Aparte de la notación estrictamente musical y de la acción teatral, Aperghis provoca la fusión de la voz humana con elementos externos a ella, en este caso el serrucho melódico, que amplía su registro y expresividad. Y es que en Aperghis, la musicalización de las otras disciplinas, menos abstractas que la música (teatro, imagen o espacio escénico), se realiza a través de un lenguaje musical preciso escrito en el tiempo y en el espacio: no se trata de una simple puesta en escena teatral, sino de una partitura puesta en escena gracias a movimientos, acciones, gestos o densidades, que transforman la percepción de lo que se entiende habitualmente por un concierto.

La única composición del programa que se aleja del teatro musical es ‘Kryptogramma’, de la que Aperghis dice: “’Kryptogramma’ es lo que está escrito en caracteres secretos, en código, en lenguaje cifrado. Esta obra está construida a partir de ritmos extraídos de obras maestras clásicas, codificados de tal manera que son indescifrables. Al principio de la partitura están expuestos un cierto número de ritmos simples; después, sobre sus desarrollos, empiezan una trama de movimientos ascendentes y, por otra parte, grandes fluctuaciones de densidades. A partir de este momento, la obra se desarrolla por una serie de variaciones continuas o entrecortadas sobre las relaciones de intervalos y de ritmos que surgen de los movimientos ascendentes”.

NEXEduet, en la vanguardia de la percusión

NEXEduet, encuadrado dentro de la asociación Synergein Project, es un dúo de percusión formado por Sisco Aparici y Juanjo Llopico y dedicado íntegramente a la investigación e interpretación de la música de vanguardia para percusión.

Además, fomenta, genera y divulga el pensamiento de los compositores actuales, también a través de su Academia Internacional, en la que forma a jóvenes músicos con inquietudes en las últimas vanguardias. Precisamente cuatro alumnos de la academia -Guillem Serrano, Marc Moreno, Carlos Mulet y Jorge Cañaaveras- participan en el concierto de mañana.

NEXEduet ha participado en festivales como Vacances Percutantes (Francia), Mostra Sonora de Sueca, Eklekto Geneva Percussion Center (Suiza), Festival Internacional de Música Contemporánea de Tres Cantos, Ensems de Valencia y Festival Smash, entre otros. Cuenta con amplio elenco de encargo de obras a compositores, entre los que figuran José Luis Torá, Arash Yazdani, Voro García y Manuel Hidalgo.