Las orquestas se apoyan en las nuevas tecnologías para afrontar la crisis del coronavirus, pero no pueden sobrevivir sólo con los contenidos ‘online’
La situación a la que se enfrentan las orquestas sinfónicas por la crisis del coronavirus es “extremadamente compleja” o incluso “dramática”. Para analizarla y buscar alternativas en el panorama más inmediato, The Global Leaders Program y la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas han organizado, con la colaboración de la Fundación BBVA, una serie de seminarios online bajo el título (Re) establecer los escenarios: Orquestas y Auditorios en un mundo Post-Covid”, el primero de los cuáles tuvo lugar el jueves siete de mayo y tiene a su disposición al completo en esta web.
8 mayo, 2020
Esta primera sesión ha hecho una aproximación general al panorama global de las orquestas y ha contado con la participación de Benedikt Fohr, gerente de la Filarmónica de Hong Kong; Sophie Galaise, gerente de la Orquesta Sinfónica de Melbourne; Maria Grundtman, directora de Negociaciones de la Asociación Sueca de artes performativas; Mark Pemberton, director de la Asociación de Orquestas Británicas; y Juan Antonio Cuéllar, gerente de la Sinfónica Nacional de Colombia.
Al cierre total de eventos multitudinarios que se ha decretado en la gran mayoría de países de todo el mundo se suma la incertidumbre de saber cuándo y en qué condiciones podrán volver a los escenarios. Audiencias limitadas, mayor separación entre los miembros de las formaciones, mamparas de seguridad… Ningún gerente o director tiene aún certezas por parte de sus autoridades gubernamentales. En Hong Kong “está todo cerrado desde mediados de marzo y todavía está por decidir si en junio se abre para orquestas y espacios pequeños. Por supuesto, aún con restricciones de viajes internacionales”, señala Fohr.
La situación, según comenta Galaise, es similar en Australia, “el problema de esta incertidumbre es que no puedes cancelar los conciertos hasta que se hace oficial y no se pueden llevar a cabo las gestiones con los artistas internacionales, etc… Además, lo más probable es que los viajes transoceánicos no vuelvan hasta 2021, por lo que vamos a programar una primera parte de la temporada -que allí comienza en el mes de enero- centrados en el talento nacional”.
En la tercera de las islas participantes en la sesión, Reino Unido, consideran que el impacto económico para las orquestas es “absolutamente profundo” y sostienen que aunque se puedan reabrir las salas en los próximos meses, “tampoco tendrá sentido hacerlo, desde una perspectiva ni práctica ni económica, con todas esas restricciones de aforo, como máximo uno de cada cuatro asistentes, la obligación del uso de mascarillas, las medidas de higiene… no somos particularmente optimistas”, añade Pemberton.
La situación -afirma Cuéllar- es similar en Colombia, donde el impacto se prevé “dramático”. En la Orquesta Sinfónica Nacional “hemos decidido cancelar todo el programa para el resto del año y posiblemente también, siendo realistas, tendremos que hacerlo con el primer semestre de 2021”.
Al contrario que en Suecia, donde no ha habido confinamiento y solo hubo algunos cierres parciales al principio por dos o tres semanas, pero en general han continuado ensayando y actuando en vivo a través de streaming o grabando los conciertos poniéndolos a disposición del público. “Ha habido un boom digital en Suecia, en el que algunas formaciones estaban preparadas y otras han comenzado a hacerlo ahora. Muchas grabaciones, combinadas con conciertos al aire libre en residencias de la tercera edad, por ejemplo”, explica Grundtam.
Más contenidos ‘online’ cuidando la calidad
En lo que coinciden todos es en que el principal apoyo para continuar cierta actividad son las nuevas tecnologías. Todos están ensayando fórmulas como emisiones en streaming o formatos digitales que pueden ayudar a continuar difundiendo el acervo musical.
“Estamos explorando las nuevas posibilidades del sector audiovisual”, asegura Cuéllar, “con un acuerdo con la televisión y radio nacionales, empezando ya a producir materiales de los músicos, desde su casa. De un modo muy consistente y regular, produciendo al menos uno o dos de estos breves vídeos ‘desde casa’ a la semana”. Una vez termine el confinamiento y vuelvan a interpretar en el Teatro Colón de Bogotá, utilizarán ese material y grabaciones sobre el escenario para producir una serie completa.
En Australia “ la mayoría de las orquestas no teníamos un plan digital de difusión de contenidos online o en streaming, más allá de conciertos pequeños y puntuales en Youtube o en Facebook, pero ahora nos vemos forzados a ir mucho más rápido hacia adelante. Puede ser la mejor manera para conectar con mucha más gente de la que podíamos tener en auditorio. Hemos tenido siete semanas de programación digital y hemos tenido una audiencia de 350,000 personas, mientras que en una temporada completa podíamos tener un máximo de 400.000”.
Uno de los principales problemas de este tipo de contenidos es el de la financiación, cómo convertir esos accesos virtuales en una fuente de ingresos. “Esta es una fantástica oportunidad para demostrar que hay una industria en el mundo de los contenidos artísticos virtuales -considera Grundtman- con una gran audiencia, pero no es una alternativa, sino un extra a la actividad en vivo. El futuro debe ser combinando ambas opciones, esperemos conseguir una mayor audiencia virtual, pero seguro que seguirá habiendo una amplia audiencia que quiera disfrutar de la música en vivo. Es un debate que tenemos en Suecia actualmente. No puede ser un sector de contenidos en abierto para siempre. Las cuestiones técnicas son complejas pero tenemos que abordar el cómo conseguir dinero de ello”.
El coste de poner en marcha una infraestructura digital de calidad es muy elevado y es, sin duda, otro de los grandes desafíos a los que se enfrentaría el sector si tuviese que mantener esa actividad telemática por un periodo prolongado, como destaca Pemberton: “una plataforma debe tener una alta calidad para que funcione en el mundo de la música sinfónica. Tampoco puede funcionar si las grabaciones se hacen con un smartphone, porque hay notas que técnicamente no puede registrar un teléfono. Actualmente damos a nuestras audiencias un producto de baja calidad, así que esta es una de las cuestiones fundamentales que tenemos que afrontar. El digital es el único modo en que vamos a mantener, al menos de momento, la conexión con muchas audiencias pero hay muchas incógnitas. Quizá pueda funcionar mejor un método de pago por suscripciones más que un pago por visión…”.
Formación de jóvenes en formato virtual
Con respecto a la formación de los jóvenes músicos, también el formato virtual parece el único probable en los meses más inmediatos. “La Filarmónica de Bogotá -asevera Cuellar- ha desarrollado un programa potente para la educación musical. Por ejemplo, a través de esos vídeos cortos en los que se muestran aspectos técnicos, ejercicios preparatorios, cuestiones más generales sobre los instrumentos… Estamos fijándonos mucho en la Escuela Superior de Música Reina Sofía (de España) que ha desarrollado mucho material interactivo online interesante y también muchas aplicaciones con el formato masterclass.. Seguro que encontramos nuevos formatos de educación y pedagogía por medio de los nuevos tecnologías mientras haya interés de aprender”.
Y con estos nuevos medios de comunicación y difusión hacia el público, también cambian los enfoques. En Suecia, explica Grundtam, “mantenemos conciertos pero con solo 4 ó 5 músicos sobre el escenario, por lo que cambiamos la programación en función de esos nuevos formatos: música de cámara, formaciones más pequeñas… todo por medios telemáticos, con dos equipos de grabación, uno más especializado en streamings. Habrá nuevas compañías y nuevos expertos en colaboración con las orquestas… es cuestión de encontrar las habilidades técnicas pero aún se trata de la misma música”.
“Habrá nuevos formatos, con interpretaciones más cortas, sin intermedios, o incluso con una relación más informal con el público”, asegura el gerente de la Sinfónica Nacional de Colombia. Aunque este será el tema monográfico de la próxima sesión de este programa, que tendrá lugar el próximo jueves 14 de mayo a las 19 horas y para el que se pueden registrar en este enlace.
La seguridad de los músicos y los públicos o cómo comunicar a las audiencias los nuevos modos de disfrutar de la música en vivo, son algunos de los interrogantes que surgieron en la primera sesión del pasado jueves 7, y serán analizados respectivamente en la tercera y la cuarta sesión del programa “(Re) establecer los escenarios: Orquestas y Auditorios en un mundo Post-Covid”.