Luciano Berio, Call
Spanish Brass abre su actuación con Call, una breve creación del italiano Luciano Berio que es, en propiedad, una fanfarria. Compuesta en 1985 para el Nashville Brass Quintet, Berio la definió como «una corta ceremonia musical; una llamada al público; una invitación a escuchar, antes de que comience la fiesta». Aunque con estas palabras parezca querer restarle trascendencia a la obra, en los apenas tres minutos que dura la composición, el italiano realiza un impresionante despliegue de virtuosismo y técnicas novedosas en el uso de los instrumentos, que deben tocar con y sin sordina e incluso cantando con la voz del intérprete. De gran dificultad de ejecución, la obra funciona además como una declaración de intenciones, ya que nada más comenzar el concierto nos enfrenta con el descubrimiento de las enormes posibilidades que alberga el quinteto de metales cuando se pone al servicio de la nueva creación.
Cristóbal Halffter, Quinteto para instrumentos de metal
El Quinteto para instrumentos de metal de Cristóbal Halffter fue una de las últimas composiciones del creador madrileño antes de su fallecimiento en mayo de 2021. Fue fruto de un encargo del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) y la estrenó el Spanish Brass el 6 de noviembre de 2020 en La Cárcel de Segovia, dentro de las XXVIII Jornadas de Música Contemporánea de la ciudad. Aunque Halffter usaba el viento metal con profusión en sus obras orquestales, esta es una de las escasas composiciones de su catálogo en las que estos instrumentos tienen el protagonismo principal. En su comentario a la obra, Halffter afirmaba que «la gran familia que denominamos instrumentos de metal quizá sea la más amplia y más variada en tesitura, timbre e intensidad que se ofrece al compositor […] y esto supone un enorme atractivo para el creador de nuestro tiempo». Con esta poderosa herramienta a su disposición, Halffter dio forma a este Quinteto «pensado para mostrar en un breve ejemplo esta sugerente variedad: poder pasar de las sonoridades heroicas a lo trágico, del agudo al grave, del humor a lo dramático, del orden al caos, con total rapidez y sin perder en ningún momento la belleza sonora».
Pilar Jurado, La escalera de Jacob
La escalera de Jacob es una obra de juventud de la compositora, cantante y directora de orquesta madrileña Pilar Jurado. La finalizó en 1999 tomando como inspiración dos fuentes vinculadas pero, al mismo tiempo, muy diferentes entre sí. Por un lado, el versículo del libro del Génesis que reza: «Y él soñó, y observó una escalera que partía de la tierra y cuya cima alcanzaba el Cielo: y observó a los ángeles de Dios subiendo y descendiendo por ella». Por el otro, la película de 1990 Jacob’s Ladder, dirigida por Adrian Lyne y que, pese al fracaso en su
estreno, se ha convertido con los años en un filme de culto. Se trata de un thriller psicológico que juega con la idea del descenso a la locura del personaje protagonista, para quien la realidad deja de ser indistinguible de los sueños, lo que le genera horror y paranoia. En palabras de Pilar Jurado, «ese sentimiento de confusión fue el que inspiró esta obra para quinteto de metales integrada por diferentes secciones en las que cánones, patrones rítmicos (talea) y melódicos (color), efectos rítmicos —sobre los que un solo de trombón expresa ese mundo contradictorio— y texturas de “arreglos mutables” se suceden». La pieza, de un carácter narrativo e incluso cinematográfico, fue un encargo de Spanish Brass, quien posteriormente estrenaría otras partituras de Jurado como Metallsongs (2010).
Ángela Gallego, Oniwakamaru y la carpa gigante
Oniwakamaru y la carpa gigante, de Ángela Gallego, se estrenó en el XVIII Festival de Música Española de Cádiz, en la misma velada en la Casa de Iberoamérica donde también se estrenó la pieza de Nuria Núñez Hierro que forma parte también este concierto. La obra de Gallego está inspirada en un grabado de Utagawa Kuniyoshi, uno de los últimos maestros japoneses de ukiyo-e, un género de estampas japonesas realizadas mediante xilografía que recogen paisajes y escenas tradicionales, y entre las que La gran ola de Kanagawa, de Katsushika Hokusai, es el ejemplo más famoso en todo el mundo. La escena que inspiró a la compositora madrileña refleja uno de los pasajes más conocidos de la vida de Saito Oniwakamaru, un monje guerrero popularmente llamado Benkei, que es uno de los personajes favoritos del folclore japonés. En la estampa realizada por Kuniyoshi, se puede observar al joven Benkei luchando contra una carpa gigante en la cascada Bishimon para, después de destruir al enorme monstruo, descubrir los restos de su madre, que había sido devorada por los peces. Gallego traslada esta historia a la partitura con un dramatismo sutil y unas sonoridades sugerentes, en las que no faltan guiños a la música tradicional japonesa.
Witold Lutosławski, Mini Overture
Al igual que la breve pieza de Berio que abre este concierto, la segunda obra internacional que interpreta Spanish Brass adopta también la forma de una miniatura y realiza un gran despliegue de virtuosismo en menos de tres minutos, aunque en este caso la escritura y el tratamiento de los instrumentos sea más tradicional. Witold Lutosławski escribió Mini Overture en 1982 como un regalo de cumpleaños para la esposa de Philip Jones, el trompetista que fue líder del célebre Philip Jones Brass Ensemble, uno de los primeros conjuntos de cámara de viento metal —aunque no específicamente de quinteto—, fundado en 1951. Pese a su brevedad, esta Mini Overture posee todos los rasgos de estilo del compositor polaco, desde su enérgico sentido del ritmo al magistral uso de timbres y matices dinámicos, así como cierto humorismo inconfundible.
María de Alvear, Im Kern III
Im Kern III es la tercera pieza de un ciclo de cuatro que María de Alvear está dedicando a los cuatro cuerpos que, en su opinión, posee el ser humano: el físico, el mental, el emocional y el espiritual. Las dos primeras partes fueron estrenadas por el Trío Arbós en 2011 y 2020. La primera tenía como sujeto al cuerpo físico y, para subrayar esta pertenencia, Alvear escribió una obra muy compleja y físicamente exigente. Im Kern II, por su parte, la dedicó al cuerpo emocional y fue escrita durante el confinamiento de varias semanas al que nos vimos sujetos en la primavera de 2020. Los miembros del Trío Arbós grabaron las partes individuales en sus casas y luego las unieron en un vídeo que se publicó en YouTube. La tercera adición al ciclo hasta el momento, Im Kern III, fue escrita poco después de la segunda, a finales de 2020, y estrenada en marzo de 2021 en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía de Madrid, dentro del ciclo Series 20/21 del CNDM. Concebida para Spanish Brass, pone en tensión el «cuerpo mental» del ser humano y «requiere una precisión extrema en la ejecución de la música», según la autora, que describe el resultante sonoro como «obstinado, agotador y decididamente estructurado».
Nuria Núñez Hierro, De la naturaleza de las cosas
En su quinteto De la naturaleza de las cosas, la compositora jerezana Nuria Núñez Hierro se inspiró en el poema del filósofo romano Lucrecio, De rerum natura, que trata de la vida como proceso de permanente creación y destrucción. Partiendo de las reflexiones que contiene el poema, Núñez Hierro quiso «hablar acerca de los procesos de comunicación que se establecen en escena entre los propios intérpretes con sus instrumentos y que influyen en la forma en la que se relacionan con el público». En su opinión, «un quinteto de metales es, literalmente, aire en movimiento que fluye a través de cinco personas y sus instrumentos. Un pequeño organismo con un lenguaje propio, que respira, se comunica y se expresa, no solo a través de notas afinadas
sino también con sus ruidos residuales. Todos estos sonidos alimentan una narración que es en sí misma un proceso cíclico en el que se introducen microvariaciones internas, alterando el propio ecosistema del conjunto». Se trata, en definitiva, de una propuesta que integra la presencia física de los intérpretes en el proceso de creación y que observa a través de una lente humanista cuestiones a priori técnicas como las formas de producción sonora y el funcionamiento acústico de los instrumentos. Núñez Hierro logra así que la música «mire hacia el interior, hacia la propia naturaleza del sonido, para poder mirar hacia fuera con mayor perspectiva y comprender un poco mejor el mundo que nos rodea».
Voro García, Al·legories (selección)
La actuación de Spanish Brass culmina con una selección de la que es, probablemente, la obra para quinteto de metales más ambiciosa que se ha creado en España en los últimos años. Nos referimos al ciclo Al·legories de Voro García, cuyo origen está en la pieza Al·legories de la liquidesa que el compositor valenciano escribió en 2018 y a la que fue añadiendo luego nuevo contenido hasta dar forma a un espectáculo de luces, música y danza de una hora de duración que se estrenó en el Rafel Festival de Rafelbunyol en octubre de 2021. Para García, el recurso de la alegoría «pretende dar una imagen sonora a lo que no tiene imagen. Dibujar lo abstracto, hacer visible y audible lo que solo es conceptual». Persiguiendo esta intuición, la obra se estructura a la manera de una serie de metáforas sonoras ligadas entre sí que «intentan acercarse con sonido a una idea entendida en otro contexto. Alegorías a ciertas situaciones de la actualidad». Según García, «en el trasfondo de la pieza convergen algunos de los principios metafísicos de Borges, como el mundo irreal y su apariencia subjetiva, unido a la metáfora de la liquidez propuesta por Zygmunt Bauman, que intenta dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada». La versión completa de Al·legories comprende cinco movimientos, de los que este concierto incluye dos. What’s this? (¿Qué es esto?) es la sección de apertura, y en ella la espacialización juega un papel fundamental. En la propuesta original, los cinco músicos ingresan al escenario desde diferentes lugares mientras interpretan esta partitura, actuando además como si desconocieran dónde están ni cómo han llegado ahí. La extrañeza que transmite la música se suma a ese sentimiento de confusión general. Se ofrece por último Delicias y tentaciones, que se corresponde con el tercer movimiento del ciclo. Es un cuadro sonoro inspirado en las visiones del pintor flamenco el Bosco, cuyas «metamorfosis surrealistas», afirma García, «invitan a pensar lo impensable, a permanecer en el misterio y no resolverlo, y también a provocar, al menos, discusión». Se trata de una creación de gran sutileza tímbrica que se emparenta con una obra anterior del compositor valenciano, Jardín de sueños (2016), escrita con motivo del quinto centenario de la muerte del Bosco.
Mikel Chamizo