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Programa de mano

Cuando los compositores escriben para sus amigos, nacen obras que a menudo escapan a las formas preestablecidas. Es el caso de Contrastes, un original trío para clarinete, violín y piano que Bartók escribió para tocarlo él mismo junto a Benny Goodman y Joseph Szigeti, y que exprime al máximo las posibilidades expresivas que surgen de esta combinación de instrumentos «contrastantes». Stravinsky, por su parte, fue dado a reutilizar material de sus obras de gran formato en piezas camerísticas, como las dos virtuosas adaptaciones para violín y piano que realizó con ayuda de Samuel Dushkin, que recogen melodías y escenas de los ballets Pulcinella y El beso del hada.