Ópera de George Benjamin y Martin Crimp coproducida por siete teatros de Europa y Estados Unidos

El Gran Teatre del Liceu y la Fundación BBVA hacen posible el estreno en España de ‘Lessons in Love and Violence’

El Gran Teatre del Liceu acoge el estreno en España, gracias al patrocinio de la Fundación BBVA, de la ópera contemporánea ‘Lessons in Love and Violence’, con música de George Benjamin y libreto de Martin Crimp. Josep Pons se pone al frente de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu y Katie Mitchell lleva la dirección escénica de un reparto encabezado por Stéphane Degout, Georgia Jarman, Daniel Okulitch y Peter Hoare.

26 febrero, 2021

Del 26 de febrero al 11 de marzo, el público del Gran Teatre del Liceu podrá disfrutar del estreno en España de la ópera ‘Lessons in Love and Violence’ del compositor George Benjamin, una de las grandes figuras de la música contemporánea británica, que cuenta con texto de Martin Crimp, inspirado en la obra literaria ‘Edward II’ de Christopher Marlowe (1564-1593). La puesta en escena de Katie Mitchell  sitúa la narración en la actualidad y expone el abandono de responsabilidades de un gobernante entregado a su propio disfrute.

Se trata de una coproducción del Liceu con la Royal Opera House de Londres, el Teatro Real de Madrid, la Dutch National Opera de Ámsterdam, la Staatsoper de Hamburgo, la Opera de Lyon y la Lyric Opera of Chicago. Llega al escenario del Teatre después de su estreno en Londres en 2018 y de haberse representado con éxito en varios teatros de toda Europa. Una vez terminadas las funciones en el Liceu, ‘Lessons in Love and Violence’ viajará al Teatro Real de Madrid.

La música de George Benjamin, con una clara presencia internacional, se introdujo en España en la década de los noventa gracias al director Josep Pons, al frente de la desaparecida Orquesta de Cámara del Teatre Lliure. Después de haber colaborado juntos en varios proyectos, ahora se vuelven a reencontrar en una partitura llena de efectos y colores. El maestro destaca cómo esta obra “marca el camino de la ópera del siglo XXI. Enlaza con los grandes títulos del pasado y, sobre la base de un gran texto, se abre hacia nuevas propuestas estéticas, como en su día lo hicieron Mozart, Wagner, Verdi, Debussy o Britten”.

Precisamente, la gran riqueza orquestal que requiere la obra hace que el foso se extienda hasta las cuatro primeras filas de platea para garantizar las distancias mínimas entre los músicos –asegurando la seguridad arriba y abajo del escenario- y mantener la exigencia que requiere la cultura segura.

La dimensión dramática que exige la música vocal de Benjamin encuentra respuesta en un elenco que en buena parte coincide con el que llevó a cabo el estreno absoluto en Londres y que debuta ahora en el Teatre. Así, el barítono Stéphane Degout hará aquí el papel de rey, mientras que el contratenor Samuel Boden repetirá como hijo, y el tenor Peter Hoare será otra vez Mortimer. Al reparto se añade el papel de Isabel, el más exigente, que recaerá esta vez en la soprano Georgia Jarman, mientras que el bajo canadiense Daniel Okulitch defenderá el personaje de Gaveston, amante del rey. Completan el elenco vocal Isabella Gaudí, Gemma Coma-Alabert y Toni Marsol, los únicos tres cantantes del reparto que ya han actuado en el Teatre. La actriz Ocean Barrington-Cook, que ya hizo la hija del monarca en el Covent Garden, aquí recupera el papel, que a pesar de ser mudo tiene una importancia crucial -tal como se podrá ver- al final de la historia.

La obra contemporánea está inspirada en un episodio real de la Inglaterra del siglo XIV: Eduardo II Plantagenet (1308-1327), recién coronado rey, se obsesionó con Piers Gaveston -algunas teorías apuntan que fueron amantes- , y su favoritismo en atribuirle importantes parcelas de poder ayudó a desestabilizar la solidez del reino, poniéndose en contra la aristocracia militar. Al final los nobles conspiraron para que Gaveston fuera desterrado del reino y el rey abdicara en beneficio de su hijo, el futuro Eduardo III, el cual durante el proceso de humillación y de derribo de su padre aprendió varias lecciones valiosas sobre el amor y la violencia.

La ópera de George Benjamin, con libreto de Martin Crimp, es una nueva revisión del mismo drama, obviando las referencias históricas y poniendo el foco en las profundidades psicológicas de los personajes. Lessons in Love and Violence, además de ofrecer un texto contemporáneo de alta calidad, es una advertencia moral sobre el reverso oscuro de la ambición de poder, y cómo esta obsesión lleva a los hombres a la locura, la deslealtad y la soledad. Katie Mitchell ofrece una puesta en escena contemporánea acompañada de recursos impactantes. También utiliza los movimientos a cámara lenta, una gestualidad que enfatiza poderosamente el drama.

La ópera está dividida en siete escenas y la música avanza de manera fluida e ininterrumpida, mientras la orquesta se tiñe de un contraste de sonidos al servicio de la impetuosidad y la crueldad de la historia. Pero también hay momentos para la reflexión, la belleza y la calma, que Benjamin reserva, especialmente, a las transiciones entre las escenas y en el que exhibe su talento como artesano de las miniaturas instrumentales. La partitura está repleta de grandes momentos musicales como el que protagoniza Gaveston en la primera escena del primer acto cuando confiesa su atracción hacia el rey. En la tercera escena de la primera parte, se produce un diálogo lírico entre el rey y el amante que se remata con un crescendo expresionista de gran intensidad. Pero uno de los clímax musicales de la obra sucede en el diálogo final entre Isabel y su hijo, en una exploración de Benjamin de la tesitura vocal más alta, tanto para soprano como para contratenor. Un juego de contrastes entre agudos exigentes y estallidos orquestales que recuerdan los momentos viscerales de obras maestras, como ‘Lulu’ de Alban Berg.