NOTICIA SEMINARIO VIRTUAL DE AEOS CON LA COLABORACIÓN DE LA FUNDACIÓN BBVA

El mundo como nuevo escenario y los intérpretes post-pandemia

MIGUEL MORENO

¿Cómo están empujando los artistas los límites de la actuación? ¿Pueden la espontaneidad y la flexibilidad lograr que regrese la programación permanente? ¿Cómo es la vida de un artista moderno? Han sido algunas de las cuestiones en torno a las que ha girado la sesión “El mundo como escenario: el intérprete en la actualidad”, dentro de la serie de seminarios virtuales “(Re) establecer los escenarios: Orquestas y Auditorios en un mundo Post-Covid” organizado por The Global Leaders Program, Classical:NEXT y la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas con la colaboración de la Fundación BBVA.

31 julio, 2020

Este noveno seminario ha estado moderado por Maria Roberts, editora de ‘International Arts Manager Magazine’, quien arrancaba su intervención con la siguiente reflexión: “el COVID-19 ha llegado a las artes y a la industria de los eventos perversamente, pero también éstos son ejemplos de espontaneidad, ingenio, resiliencia y emprendimiento. Empresas e individuos se han lanzado con coraje a probar cosas nuevas y han hecho conexiones con las comunidades que usan la tecnología para asumir la responsabilidad de seguir siendo relevantes para sus audiencias, abriendo sus actividades a menudo gratuitas y en plataformas digitales”.

“’Todo el mundo es un escenario’ es una cita famosa de Shakespeare – explica Roberts – de principios del 1600, al final del período renacentista y de la Edad Media, un período que como ahora fue devastado por un plaga mientras al mismo tiempo se iba expandiendo una nueva visión del mundo”. Finalizaba su introducción la periodista explicando que “para adaptarse a nuestros espectadores post-pandemia estaremos al comienzo de un nuevo renacimiento, serán las lecciones que aprendemos de la historia y nuestras propias experiencias las que nos lleven a una nueva edad de oro para las artes escénicas”.

“Al principio pensábamos que esta situación excepcional podría ser algo que duraría dos o tres semanas – apuntaba Rafael Payare, director musical de la Orquesta Sinfónica de San Diego – “pero después de este periodo inicial buscamos cómo podríamos aprovechar esta oportunidad para estar en contacto con nuestra audiencia y comenzamos a hacer algunos encuentros digitales. Hicimos un programa para explorar diferentes piezas de Mahler, Shostakovich o Tchaikovsky y le dimos la oportunidad a la audiencia de interactuar con nosotros. También desde el punto de vista de los intérpretes, porque teníamos la estructura de la parte programática. Así creamos un tipo de mezcla en todo esto y es lo que hemos estado haciendo para tratar de mantenerse en contacto con nuestra comunidad”.

Janet Cowperthwaite, manager del ‘Kronos Quartet’ en San Francisco, destaca que trabajan con una nueva plataforma de código abierto que permite actuar de manera simultánea desde distintas ubicaciones con un menor tiempo de latencia. Con la ayuda de un ingeniero de sonido, pudieron realizar un primer ensayo y después de algunos meses han podido tocar en directo simultáneamente desde cuatro lugares diferentes para un festival en Eslovaquia.

“Las restricciones de viaje eran ya para nosotros la razón por la que sabíamos que no podíamos continuar como lo habríamos hecho normalmente”, explica Danae Dörken, pianista griego-alemana fundadora del ‘Molyvos International Music Festival’. “Primero pensamos cancelar el festival por completo y luego decidimos repensarlo y crear un formato ‘on line’ para mantener la música. Lo importante es recordar por qué somos músicos, por qué se organizan festivales de música y esto es por la música en sí misma, esa es la esencia y no lo es ganar dinero. Es realmente estar convencido de que esta es la forma de arte, de expresarse y por eso es importante seguir adelante y no ser demasiado sombrío sobre la situación.”

Kenny Savelson, director ejecutivo de ‘Bang On A Can’, organización de música clásica contemporánea multifacética con sede en Nueva York, pone de manifiesto que “como músicos necesitan interpretar, necesitan tocar instrumentos, necesitan trabajar y sabes que necesitan participar incluso de esa extraña manera como es a través de internet. Interactuar con la audiencia es como un alimento en cierta manera y no estás bien alimentado si no tienes eso como parte de tu dieta”. Por otro lado, Savelson destaca que “a una escala global, para las artes escénicas hay una macro-visión de lo que está sucediendo, pero la pandemia ha permitido a las empresas de las artes realmente centrarse y profundizar en micro-experiencias, lo que se está haciendo es relacionarse con artistas o audiencias en un nivel singular o grupos más pequeños de personas”.

Albrecht Mayer, oboísta principal de la Orquesta Filarmónica de Berlín, pone de manifiesto que se echa mucho de menos a la audiencia habitual: “necesitamos el escenario, ya que todos los conciertos en internet, los llamados ‘conciertos de fantasmas’, realmente no pueden ser un sustituto, no podría haber un sustituto de un público verdadero para un concierto real. He realizado los primeros conciertos al aire libre hace unas semanas desde que estallara la pandemia, normalmente debería haber unas 1.500 personas y, en vez de eso, tuvimos unas 160 personas, así que eso significa que hicimos el concierto cuatro veces seguidas para tener una audiencia como la habitual. Estamos trabajando muy duro y esperamos que los espacios se reabran pronto”.

Con esta novena sesión se despedían hasta el próximo mes de septiembre cuando comenzará la segunda ronda de seminarios virtuales.