Recuperar la confianza del público para reabrir los auditorios de música
La Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS) y The Global Leaders Program han añadido un nuevo partner al proyecto de seminarios online que están llevando a cabo con la colaboración de la Fundación BBVA –‘(Re) establecer los escenarios: Orquestas y Auditorios en un mundo Post-Covid’– se trata de Classical:NEXT, el encuentro mundial de profesionales de las artes y la música que cada año tiene lugar en capitales europeas como Rotterdam, Viena o Munich. El quinto de estos seminarios – “Restaurando la confianza: Contratos y Cancelaciones”- ha girado en torno a la gestión de la crisis del coronavirus en el mundo de la música desde un punto de vista legal, a la evolución del ecosistema artístico en el entorno digital, al papel de la filantropía y a la recuperación de la confianza por parte de los públicos.
10 junio, 2020
El cofundador y director ejecutivo de HarrisonParrott, empresa de gestión de artistas especializada en música clásica, Jasper Parrot, inició su intervención haciendo hincapié en “cómo debería ser gestionada esta crisis, generada en todo el mundo por la COVID-19, desde un punto de vista formal y legal, intentando evitar la primera tendencia que es justificarlo con el ‘motivo de fuerza mayor’, por considerarlo inapropiado e injusto. Hay que desarrollar un mecanismo por el cual las dificultades de este tipo tienen que estar reguladas”.
A lo largo de su trayectoria profesional, Parrot ha lidiado con innumerables situaciones “sobre la forma correcta de manejar el problema de los conciertos cancelados, que suponen grandes interrupciones en la vida de los músicos, de las orquestas, de las instituciones y de los amantes de la música”. Destaca que “en la gran mayoría de las ocasiones, los conflictos o desacuerdos por incumplimiento de contrato se han resuelto a través del diálogo y la confianza para llegar a un acuerdo equilibrado, no por vías legales”.
La preocupación particular de Parrot “ha sido la situación para los artistas independientes o jóvenes talentos, ya sean directores, solistas o cantantes, que no están protegidos por contratos a largo plazo o por una organización como las orquestas. Los artistas independientes son casi siempre los faros que crean los puntos altos artísticos, el foco del arte con el que estamos todos involucrados y quienes también son imanes que atraen la atención del público. Han quedado a la deriva y es necesario que tengan una protección sindical para que no se devalúen sus condiciones”, señala el reconocido representante.
La adaptación del ecosistema artístico
David Whelton, gerente de la ‘Philharmonia Orchestra’ de Londres, defendió que “el mundo digital no es el final”. “Creo en los conciertos en directo, pero tenemos que explorar y redefinir esa parte, lanzarnos a espectáculos interactivos y tal vez algunos espectáculos divertidos. Es por ello, que este período de exploración necesita tener un diálogo abierto”.
“No hay que olvidar que el principal motivo de esta crisis es sanitario más que financiero”, recuerda el director gerente de esta formación británica, “para poder reabrir los lugares tenemos que asegurar al público, es la primera y principal prioridad porque sin el público no habrá un sector cultural y abriremos con nuestros pasillos vacíos, así que tenemos que definir algunas pautas y pensar mucho sobre eso, ya que hay que recuperar la confianza de la audiencia”.
“La filantropía es una parte importante de la ecuación al desaparecer los ingresos por venta de entradas, concesiones y estacionamiento, ya que hasta ahora suponían el 70% de sus ingresos”, apunta Gary Ginstling, director ejecutivo de la ‘National Symphony Orchestra’ de Estados Unidos en el ‘Kennedy Center’, que cuenta con uno de los presupuestos más altos dentro de los centros de artes escénicas de su país, más de 200 millones de dólares. “Este periodo de cierre se vislumbra con mucha incertidumbre hasta el final del verano y todavía es difícil saber a corto y largo plazo cuál va a ser el impacto de la filantropía, ya que jugará un papel esencial en la recuperación. Tenemos que seguir trabajando como industria para encontrar un camino a seguir”.
Encontrar mecanismos legales e institucionales para garantizar los contratos y sus posibles cancelaciones sin que los músicos y el resto de profesionales involucrados en el desarrollo de las artes escénicas se vean tan desprotegidos económicamente, ha sido otro de los argumentos de la intervención de Ginstling.
La confianza, un recurso escaso
Martha Gilmer, CEO de ‘San Diego Symphony’, ha contribuido aportando que: “Es la ausencia de confianza lo que está creando un parón increíble en nuestra sociedad en este momento de gran dolor en nuestras vidas, con los problemas que hemos presenciando en nuestras ciudades. La confianza es ahora una palabra más sagrada que nunca y, en cambio, está menos disponible para nosotros. Tenemos que insistir en que vuelva, y nuestras orquestas pueden desempeñar un papel muy importante en esto. Se trata de una conversación más global para restaurar la confianza en la humanidad, en el otro, y cómo puede la música traer eso de vuelta”.
Destaca Gilmer que “algunas de los problemas que se han establecido en el mundo de las artes creativas es que nos hemos preocupado principalmente de los efectos locales, de cómo lidiamos con la crisis en nuestra puerta mañana, entre las personas con las que estamos trabajando. Y de alguna manera no lo conseguimos hacer, ya que en realidad hay que unificar objetivos para unir a las personas y de alguna forma manejar la pandemia”.
Para finalizar, Marie-Josée Desrochers, CEO de ‘Place des Arts Montréal’ ha destacado el debate surgido sobre los desafíos a los que se han tenido que enfrentar los artistas con la conversión de las actuaciones en vivo a actuaciones virtuales y los derechos de autor. Han podido ofrecer una cantidad reducida de repertorio, además teniendo en cuenta que estos conciertos han sido en su mayoría gratuitos en la red. Planteándose posibles opciones para recuperar al público y la viabilidad económica.